Las vacaciones, la paja colectiva: el clásico. Mi primo Lolo, Félix y yo, el descampado y la impunidad protectora de la noche. No recuerdo de quién partió la idea, de mí seguro que no, que ya tenía destreza en la performance del disimulo, no fuera nadie a darse cuenta de que era marica.
El amor y la pasión que se pueda sentir con 14 años es el que yo sentía por Félix. Empezamos a bajarnos los pantalones y mi primo Lolo dejó de existir para mí. Éramos solo Félix y yo, desnudos, masturbándonos, él sonriendo y yo, muriendo de excitación.
Cuando terminamos, todo eran risas en ellos. Yo, en cambio, no pude ni fingir una sonrisa.
3 comentarios:
El hecho de que nunca me ha atraido sexualmente la gente de mi edad me mantenía a salvo. Aún así, la de pajas en grupo a las que he renunciado de niño por aquello de evitar la ocasión y el peligro.
No se si era prudente o estaba acojonado.
Un abrazo
Me dejas en ascuas con tus preferencias sexuales ;-)
Jamás renuncie a una colectiva. Nunca me lo propusieron. La tenía que proponer yo?
Petons
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