29 de enero de 2010

Rick y Henry

Como veo que por aquí mucha gente coloca los findes en sus blogs posts a modo de carta de ajuste (link para los más jóvenes) pues no voy yo a ser menos. ¡Vamos!

Yo voy a colgar -bajo título premeditada y alevosamente engañoso- uno de mis fósiles musicales, concretamente perteneciente al periodo Sinfonozoico de la era Setenternaria, y se trata de Don Ricardito Despiertahombre que es uno de mis prefes a la hora de aporrear los teclados. Tengo que echarle en cara, y aprovecho la ocasión para ello, su megalomanía en lo musical y su ‘horteridad’ en su mise en scène, vicios que no ha conseguido perder en estos 35 años de arte sobre ébano y marfil. El video es de una de las Catherine de Henry the VIII, la única española, la de Aragón, toda una vuelta a sus orígenes allá por la prehistoria.


28 de enero de 2010

Gayspañoles por el mundo

Los días que estoy demasiado eufórico me dedico a autocotillearme las estadísticas de visitas al blog para darme un baño de humildad. A pesar de la humillante realidad he descubierto, sin embargo, el hecho sorprendente de que me leen en el extranjero, o sea, que no sólo hay españoles por el mundo, como el programa de la tele, sino que también hay gays españoles por el mundo. Y gays españoles por el mundo que leen blogs. Y gays españoles por el mundo que leen engendroblogs. Y gays españoles por el mundo que leen, inexplicablemente, este engendroblog en el que se han parado hasta veinte minutos hojeando posts. Eso sí, no comentan nunca, hecho este que no termino de explicarme.

Yo voy a aprovechar este vacío que me hacen las musas para saludar a estos amigos lejanos geográficamente pero cercanos gracias a la red y que conectan desde

San Diego (EEUU)

Kingston (Canadá)

Melbourne (Australia)

Jiddah (Arabia Saudí)

Liverpool (UK)

Puteaux (Francia)

Frankfurt (Alemania)

Düsseldorf (Alemania)

Hagersten (Suecia)

Perugia (Italia)

Modena (Italia)

Tychy (Polonia)

Ahwaz (Irán)

Me haría feliz constatar estos datos. Un beso a todos.

26 de enero de 2010

Diógenes

Entró en su vida hace cuatro años, pero para el otro eran muchos más. Y no se sabe bien por qué, será que lo vivía todo más intensamente. Llegó en un momento de vacío y sequedad, de desierto, y aunque no era a quién esperaba en su permanente estación de trenes que no paraban, no pudo evitar que llenara su corazón convirtiéndolo en un oasis. Todo empezó con simples miradas, con caricias tiernas, sin necesidad apenas de palabras que muchas veces lo estropean todo y, ahora, inesperadamente, no sabría explicar cómo había conseguido cambiar tanto su vida, su ánimo, su día a día. Pero el caso es que así había sido y Diógenes, entonces, había decidido inmortalizar aquel amor que no había podido encontrar en los hombres. “Cuanto más conozco a la gente más quiero a mi perro”, llegó a decir en aquella entrevista dando pie a que su interlocutor, su psiquiatra, llegara a dudar de la eficacia de la terapia con animales para su trastorno.

(A mi perro, que lo quiero una jartá)

24 de enero de 2010

Siempre

Era una mañana especial porque hoy no era mi no cumpleaños. Bah, en realidad no era más que otra mañana de domingo en el que hay que currar. Era de noche aún y sólo quedaban borrachos al volante, como cada domingo en los que los kilómetros se van dejando atrás casi sin darse uno cuenta. Sin pensar metí el CD en su ranura y sonó aquella voz aguda y penetrante, tanto como el mensaje que lanzaba al aire y que tantas veces había escuchado distraídamente. Pero hoy era una mañana especial y quizás por eso le prestara atención, y tener que darme cuenta de que era la canción que nunca te canté, aunque sí te tarareara muchas veces su estribillo -ya sabes que nunca se me dieron mal las medias tintas-.

Las lágrimas me iban bañando la cara al ritmo de los acordes y de aquella voz, como ahora cuando escribo este post, y algo tenía que hacer porque apenas podía ver ya la carretera. Había que recurrir, otra vez, a mezclar sonrisas con lágrimas, y recordé a la Dolly Parton con sus tetas inmensas y su cardado imposible pudiendo así esbozar una mueca distinta entre los sollozos. Ojalá hubiera sonado la Whitney Houston con su descafeinada versión y nada de esto habría pasado.

A la vuelta, ya en casa, mientras abro mi regalo, te volveré a canturrear sentidamente el estribillo olvidando premeditadamente el resto de la letra. Como todos estos años.


Sólo sería un obstáculo para ti si me quedara.

Por eso me iré, aunque sé que pensaré en ti

a cada paso del camino.

Y te amaré siempre, a ti, amor mío.

Recuerdos agridulces, eso es todo lo que me llevo

así que adiós, y no vayas a llorar

que los dos sabemos que no soy lo que necesitas.

Y te amaré siempre, a ti, amor mío.

Espero que la vida te trate bien y que consigas

todo tus sueños, alegría y felicidad

pero sobre todo, te deseo amor.

Y te amaré siempre, a ti, amor mío.


23 de enero de 2010

Colores

Mi cielo es azul, quizás el más azul. Reviso mis fotos, las de mi cielo, pero en ninguna es tan azul.

Mi arena es blanca, quizás la más blanca, aunque en las fotos ninguna es tan blanca.

El horizonte verde de mi pinar, quizás el más verde, corta la imposible unión del azul más azul con el blanco más blanco.

Y tú, ¿dónde estás?, ¿dónde el negro de tu pelo, quizás el más negro?. Reviso las fotos, las de aquel momento, buscando inútilmente tus ojos negros, los más negros, teñidos por el cielo azul del suroeste, el más azul.

(A Chevy, que me dio la idea para este post)



"Y el cielo fue azul, tu mirada azul
sentimiento azul, desde ti,
mi silencio azul, tu inocencia azul
nuestro abrazo azul... y tu miraste hacia otro lugar"


20 de enero de 2010

Sebastiane

Yo no soy muy de efemérides que digamos y mucho menos de las de índole religiosa, pero en este caso creo que merece la pena hacer una excepción y con eso confirmamos así la regla. La de hoy es la relativa al santo del día, el único que conozco incluido en la iconografía gay. Mi admirado blog Bajo el signo de Libra tiene un artilugio permanente referido a este personaje con un enlace a decenas de imágenes pictóricas y fotográficas, el cual recomiendo. Yo me quedo con una de las dos que firma El Greco y, para secularizar este post como es debido, nada mejor que un trailer del Sebastiane de Derek Jarman.



19 de enero de 2010

Bongiovi

La letra, una vieja historia. Un par de dos luchando por un sueño y largas noches de lágrimas cuando las cosas no marchan bien, sin saber si al final del túnel está la luz o el agujero negro que todo lo devora. Quizás el sueño se esfume, quizás el par de dos se divida por dos, quién no se ha visto alguna vez como Gina o Tommy.

La música, todo un desafío. Sustituir una potente máquina rock por un etéreo sexteto de cuerda no debe resultar nada fácil, como tampoco debe serlo cantar con cuarenta y muchos un tema tan comprometido vocalmente como Livin´on a prayer. Pero para la caducidad de la voz no hay nada como bajar una octavita de nada y todo solucionado.


15 de enero de 2010

God´s visit: Ringo Starr.

Para encarar al más puro estilo rencoroso este fin de semana que me toca currar nada mejor que un post God´s visit. Hoy me ensañaré con otro batería y dejaré por ahora tranquilo al colectivo, que ya van tres. Señoras y señores, con ustedes, Ringo Starr.
Es el paradigma del saber estar en el lugar y momento adecuados. La cara de felicidad que le ven en el vídeo se le quedó permanente motivado por el sentimiento de haberle tocado el gordo de la lotería. Los otros escarabajos arriesgaron mucho -debían apreciarlo de verdad- al dejarle cantar sus composiciones, todas ellas casi iguales, porque díganme si no se podría cantar el 'Octopus Garden' con la música de la canción del video.


14 de enero de 2010

Anacronículum Vitae

Tengo un amigo que este mes cumple años. Muchos. Tantos que su currículum es extenso por decirlo de forma benévola, bueno, él lo llama ‘anacronículum’ porque todas las decisiones digamos importantes las tomó en momentos que no correspondía.

El común de los mortales suele construir una secuencia más o menos así: estudiar, trabajar, casarse, ser padre, progresar en el trabajo,…construyendo así un currículum vitae. Si, en cambio, la secuencia es “dejar de estudiar, ser padre, casarse, trabajar, ser padre, volver a estudiar –trabajando-, cambiar de trabajo,… lo que se construye es un anacronículum vitae, que suele caracterizarse por un fenomenal traspié inicial seguido de reiterados traspiés seriados que pueden acabar ora en un desastre vital ora, como en el caso de mi amigo, en una serie infinita de traspiés. O sea, un traspié crónico si además tenemos en consideración el hecho de que es gay, acontecimiento éste nada baladí del que no se tiene una datación exacta, motivo por el cual no se ha intercalado en la secuencia anacronicular.

Mi amigo no celebra cumpleaños, sobre todo desde que empezó con los ‘cuarenta y’, y ha optado por cambiarlo por algo más divertido y espontáneo, a lo Lewis Carroll, como son los no-cumpleaños.

(A Sero, que empieza ahora los “cuarenta y”.)


11 de enero de 2010

Si me río

Es amarga la certeza de lo imposible, de lo que se está seguro que nunca podrá suceder. El desánimo me visita siempre que te proyecto en mi futuro porque sé que tú nunca ocurrirás, y eso termina por llenarme los ojos de lágrimas. Ojalá pudiera reír. Aunque fuera sólo un poco.

Si me río solo un poco quizás olvide que no tuve la oportunidad de conocerte, y viva en paz. Y quizás olvide que nunca tuve planes de tenerte en casa –conmigo- solo. Y puede que recuerde como era yo antes de ti, y duerma por las noches y sueñe. Si me río, amor, sólo un poco.


8 de enero de 2010

God´s visit. Nick Mason

Pum-pum-catapum-pum-pata-plas

Pum-pum-catapum-pum-pata-plas

Pum-pum-catapum-pum-pata-plas

Pum-pum-catapum-pum-pata-plas

En esta recurrente sucesión de golpes en caja, timbales, bombo y platillos construyó Nick Mason –el bigotes de Pink Floyd- su monótona carrera como drummer. Y esto es cuando se enfunda en el papel protagonista (¿?) que el resto no es más que una caja de ritmos en nivel básico.

Dios lo vino a visitar en forma de amigos tocando los otros instrumentos en la banda, tan amigos eran que hasta le dejaron chupar cámara en la peli de Pompeya. En aquellos minutos de gloria no perdió la oportunidad para inmortalizar una lamentable pérdida del compás en el minuto 1.37, donde llega a poner cara de ‘mecachis’, y otro perdiendo una baqueta en el 4.33, éste último mejor disimulado.

PD. ¿Dónde tendría la cabeza el responsable del montaje de la película para meter estos gazapos?



5 de enero de 2010

The PearTrees Syndrome.

Señoras y señores, se acabó el cuento de la navidad con la tradicional imagen de tres disfrazados tirando caramelos.
Yo, muy en mi línea tragicómica, más tragi que cómica, he comenzado triste mi particular cuesta de enero y rebajas. Es lo que vengo llamando el Síndrome de Deprivación Súbita de Jijí-jajás también conocido como The PearTrees Syndrome, y que yo sufro crónico desde los setentas, manifestándose fundamentalmente con una tendencia a la identificación con las letras amargas de amores desgraciados de aquel conocido cantante homónimo de la época. Tan sólo oírlas me invade una sensación de abandono del que me cuesta horas salir, pero es que no puedo evitarlo..., yo quisiera, de verdad, pero vamos, imposible. Ains.


1 de enero de 2010

Año ¿Nuevo?

Jose.

La redacción estaba vacía aquel primer día del año. En la inmensa sala llena de mesas de despacho Jose descansaba en su sillón, algo resbalado y con las piernas a horcajadas para facilitar la tarea del joven que, arrodillado ante él, tenía la cara incrustada en su entrepierna. Hacía tiempo que fantaseaba con su compañero Alejandro, justo desde que empezó a sospechar de su ‘entendimiento’, y ahora había decidido descargar la tensión. Reposaba sus manos en su cabeza sin ejercer apenas presión simplemente para constatar el vaivén que le producía tanto placer, con los dedos hundidos en unos rizos existentes sólo en su imaginación.

- Alejandro, Alejandro –, susurro casi inaudible mientras se desbordaba en la boca del otro hombre que, al oír el nombre de otro compañero de la redacción, se alzó sin levantar la mirada mientras se limpiaba la cara con la manga del jersey alejándose , decepcionado, entre las mesas vacías de la redacción.


Andrés.

Le parecía mentira lo que le estaba ocurriendo. Después de tantas ‘señales’ que le parecieron equívocas hasta entonces, por fin Jose se había definido. Habían acordado quedarse de guardía en la redacción para acabar un trabajo pero ambos sabían que eso sólo era la ‘romántica’ excusa para el encuentro. El hombre motivo de sus insomnios estaba ahora delante de él, sonriendo pícaramente acomodado en su sillón, con las piernas en una postura que evidenciaba lo que esperaba de él. Cuando abría cadencioso la cremallera sentía un vértigo que le dejaba fuera de sí. El corazón le reventaba en el pecho y, en la boca, otro latido más pausado pero de igual potencia le invadía: el de Jose. Pero entonces, el nombre de alguien ajeno a aquella escena resonó en sus oídos haciéndole salir de la ensoñación, y de aquel amor presunto sólo quedó una caliente humedad. Y comprendió, resignado, su papel secundario en aquella historia de amor.