Próxima parada... Gran Vía...correspondencia con... linea 5.
Varias veces al año visito la capital del reino pero a un tipo de provincias como yo le sigue costando mucho pasar del asiento AVE con sonrisas laborales de azafatas Cremonini al equilibrio inestable del balanceo ruidoso del metro, del relax con auriculares y revista Paisajes al estrés de vigilar maleta, cartera y no caerme. Y no pasarme de estación, por supuesto.
Nunca termino de acostumbrarme a los aislados, que son casi todos, que viajan en metro con sus mp3 +libro o trasteando en su móvil todo el trayecto o con la mirada absorta en su propio reflejo en el cristal de la ventana... No envidio nada vivir en esta jungla, de verdad.
En Gran Vía... correspondencia con linea 5, que significa que hay que pasear por varios pasadizos alicatados y sucios antes de subir al tren que te lleva al destino. No me esperaba oir aquello: "próxima estación....Chueca". No sé qué esperaba que me sentí como decepcionado, quizá la cabalgata del Orgullo Gay o algo así pero lo cierto es que era una estación de metro más. No obstante miraba las caras de la gente del andén buscando esa mirada de 'entendimiento' y la encontré. Te encontré. Algo mayor pero no demasiado para mí, algo desaliñado pero no demasiado para mí, algo canoso pero no demasiado para mí... Tú, en el andén, yo, en el tren, tú solo, yo no. Fueron unos diez segundos hasta que se oyó el silbato y se cerraron automáticamente las puertas pero en esos diez mágicos e interminables segundos nuestras miradas permanecieron pegadas. El tren había arrancado y seguimos pegados por la mirada hasta que la oscuridad repentina del túnel me devolvió mi rostro en el cristal de la ventana.
Tus ojos grabados en la retina me duraron todo el trayecto e imaginé todo lo que me dijiste con esa mirada de diez segundos y tuve que ocultar mi excitación con la maleta en aquel tren lleno de miradas de mp3+libro y dedos picoteando teclas de móvil.
7 comentarios:
Ay, que me encanta. Y seguro que si te hubiera tocado vivir ahí habrías acabado siendo un mp3ador o lector en los interminables viajes de metro. A mí, que también soy provincianno, me sigue fascinando el mundo metro (el mundo underground? je je), pero claro, seguro que lo vería distinto de vivir ahí
Y yo que tengo que coger dentro de unas horas mi tren a Freud y como me encuentre al de la última vez...
Suburban kisses.
estoy muy de acuerdo contigoo!!
el metro da repelus, todo sucio y con esa gente tan poco amable... !
por que no te bajaste en la parada si habia tanta complicidad? le podias haber preguntado la hora... :P
always yours.
LOL
XOXO
Theo, ya me explicarás algún día lo del tren a Freud, que con mi espesura añosa no lo pillo. Senile kisses.
Jimbito, cuanto bueno por este engendroblog. Volviendo a la senilidad, a mí en diez segundos no me da tiempo casi ni de darme cuenta de nada, cuanto más para bajarme de un tren y preguntarle la hora, jejeje. Hurry kisses.
El chiste lo contaba en el teatro esa actriz andaluza que hace de Macu en Aida. Eran unos gaditanos recien llegados a Madrid que van en el metro cotorreando cuando de repente se oye una voz que dice : La próxima estación, callao.
Es que en Madrid nos tienen mu vigilaos.
Genial Mistercloset! Tienes una habilidad especial para colocarnos a todos ahí, sentados en el vagón, pasando a la siguiente canción del Mp3 y mirando de refilón el culo del que acaba de subirse...puff.. vaya... tiene las cejas depiladas!!
Joer, Anónimo, ya imagino el careto que se les quedaría a los gaditanos,jajajaja.
Arguifonte, pues yo ya miro los culos y los paquetes de frente, jeje. Y la cejas depiladas me echan p´atrás también.
Joder, ¡qué post más magistral! Me parecía estar viviendo la situación. Estaba como si estuviera a tu lado en el tren viendo cómo mirabas al tipo del andén.
Las miradas recíprocas son algo que tarda en olvidarse. Sobre todo, cuando el otro está pensando lo mismo que tú y eres capaz de darte cuenta.
¡Un besote!
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