13 de abril de 2013

Sampedro nosocomial

Agradecer al médico que te trata y te cura es bastante corriente, aunque esté cinco minutos al día contigo. Agradecer a l@s enfermer@s que te cuidan y contribuyen de manera necesaria e imprescindible a esa curación es más infrecuente, diría yo que estadísticamente no significativo. Pero la gente inteligente sí sabe apreciarlo en su medida, aunque esta medida no se ajuste a ninguna chi cuadrado.



4 comentarios:

Alforte dijo...

Como todo lo que envolvió a este gran ser humano se trata de una anécdota conmovedora.
Descanse en paz.
Bsore

Uno dijo...

Riete de mi: creí que Chi Cuadrado era el nombre de la enfermera.
Qué ejemplo Sampedro.
Un abrazo

...Runagay dijo...

Alforte, no sé si es posible transmitir energía con las manos, ahora que recibirla te aseguro que sí, se les nota en la cara a los pacientes.

Uno, se ve que eres de letras :-)

Xim dijo...

Pues sí, muy conmovedora escena, y es cierto, a veces más que los médicos nos atienden mejor los enfermer@s, yo sé de uno que me cuidaría muy bien, sobre todo de cintura para abajo, je, je, je... besotes