30 de septiembre de 2010

Mozart L´Opera Rock

La llaman ópera rock pero es más bien un musical, es del año pasado y me entero ahora que se reestrenará dentro de poco, en Paris, ay que lejos queda. Dicen que es una superproducción con una puesta en escena espectacular y que hace guiños, en lo musical, al grupo Queen aunque una vez oída entera los guiños más bien parecen ir dirigidos al Eurovision Song Contest, tanto, tanto, que al final echa uno de menos lo de ‘Royaume-Uni, dix points’. Otro fallito que le veo es que cuando se oye por primera vez cada canción le parece a uno haberla oído antes, no sé, como un déjà-vu que puede chocar en principio pero que es de esas cosas que se agradecen cuando se abre el telón en el teatro.

Y dicho todo esto tan desagradable, simplemente comentar que me apuntaba con los ojitos cerrados. Claro.


29 de septiembre de 2010

23 de septiembre de 2010

23-S

El terrorista se disfrazó de hombre-orquesta y se introdujo en aquel lugar de reunión donde esperaba que sus confiadas víctimas activaran ignorantes la destructora carga. Había preparado durante días el despiadado plan con ayuda del kit de la señorita Pepis para actos ignominiosos lo que le daba una garantía de éxito adicional al plan detenidamente urdido, y pronto lo estaba empezando a comprobar pues todos los asistentes allí reunidos comenzaban a acerarse a curiosear qué les podía ofrecer aquel cliente habitual que, sorpresivamente, iba disfrazado de aquella manera.

Uno a uno fueron cayendo abatidos todos los presentes, pues no sabían que aquella arma no sólo heriría sus sensibilidades sino que las mataría.


19 de septiembre de 2010

Inquietudes

Me despierto inquieto, por qué, me pregunto más inquieto. No lo sé, me respondo con inquietud creciente, debe ser que es domingo y, ya se sabe, I don´t like sundays, como hubiera cantado yo de ser Bob Geldof, y eso que no me toca trabajar que, si no, hubiera cantado I hate sundays para ser más fiel a la verdad. Pero no gustar u odiar no explica esta inquietud que va adquiriendo tintes de ansiedad, ay, me falta el aire, agh, esto parece un ‘mono’ de algo, a ver qué me falta,…Un resuello en la nuca, sí, pero ese ‘mono’ no me ha dado nunca inquietud, que ya me busco algún sucedáneo, no, no es eso, es echar de menos algo con vehemencia, algo más espiritual. Me pongo en la internet a ver si me inspiro y al cabo de un rato lo encuentro.

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Y es que no sé cuánto hace que no oigo algo así en directo, tanto que me da escalofríos recordar y vergüenza reconocer. Este suroeste tiene sus inconvenientes y hoy me toca, nuevamente, el sucedáneo. Ay, qué triste.

17 de septiembre de 2010

Espejismo

Puede que lleven razón y que sólo sea un bicho, una bestia, pero es que hace tan bien como que te comprende, que te quiere. Puede que lleven razón y sólo se ‘alegra’ cuando llegas porque lo sacas de paseo o porque le das de comer, y que hace lo que uno quiere porque uno es el líder de su manada y obedece por sumisión. Me da igual lo que diga el encantador de perros porque el mío no le necesita, que de manso que es ni ladra, que cada día cuida del osito de peluche que le hizo perder el miedo a la noche cuando era cachorro. Seguro que no sabe que su mirada me llena de paz y que quiero tenerlo cerca, como a él le gusta estar, cuando me enfrento a mis miedos, cuando quiero llenar de calma las horas borrascosas, cuando abro los ojos en los amaneceres grises.

15 de septiembre de 2010

Sonrisas y lágrimas

Con negros pensamientos se levantó muy temprano y con la cara todavía entumecida sonrió con dificultad al despertador a modo de ensayo, fue al baño y mientras se cepillaba los dientes observó ensimismado al hombre del espejo y, al terminar, probó con dificultad otra nueva sonrisa. Besó a quien había pasado esa noche –y todas las demás- con él y le sonrió también disponiéndose a salir de la casa. En el semáforo sonrió al inmigrante que le sacó de sus negros pensamientos ofreciéndole kleenex, y en el trabajo sonrió a sus compañeros a pesar de que otra vez le invadían los negros pensamientos y no sólo eso, sino que además les hizo sonreír también aunque tampoco ellos tenían demasiados motivos. Por la noche sonrió mirando las noticias pues ya era un automatismo el acto de sonreír y difícilmente podía evitarlo, la cena estuvo llena también de sonrisas y otra más, la última del día, precedió al beso de buenas noches.

Mientras en la oscuridad la almohada embebía el silencioso raudal de negros pensamientos, los agarrotados músculos de su cara se preparaban para un merecido descanso.


A Parmenio, por su post El alegre depresivo en el que parecía leerme los negros pensamientos, como tantas veces.

14 de septiembre de 2010

Rodin

Iba camino de Atocha haciendo tiempo para coger el Altaria y al llegar a la esquina allí estaba, imponente, reposando su tonelaje sobre la potente trompa.
Dos o tres veces al año le hago fugaces visitas a la capital del reino con motivos generalmente teatrales y/o familiares – mi adeéne mayor vive allí- , y digo fugaces porque más de dos o tres días me termina empachando la city a mí, que estoy acostumbrado yo a pasear con mi Diógenes sin encontrarme a nadie por el camino, oyendo tan sólo el ruido de sus pisadas o el de su hocico hozando.
Las sorpresas que te ofrece por el contrario la metrópoli son un aliciente más para las visitas pues algunas son de lo más interesante, como ésta de la escultura de Barceló. Me quedé un rato mirándola pero no porque me gustara, pues una vez superada la sorpresa no terminaba de decirme mucho aquel enorme elefante saltimbanqui, sino porque me acordaba que unos meses antes, en aquel mismo lugar, admiraba, también por sorpresa, una maravillosa exposición de Rodin. Quién me iba a decir a mí que en París sólo pude ver la copia de La Puerta del Infierno en el Museo D´Orsay y que en Madrid podría ver El Pensador, allí, en medio de la calle. Me quedé fascinado con aquellos volúmenes sin pretensión de grandes detalles pero sí con gran perfección en la expresividad. Yo, aquella tarde, comprendí mi torpeza de tantos años de no haber tenido demasiado interés por la escultura, pero nunca es tarde para rectificar.

12 de septiembre de 2010

Malaika

Ideaba yo esta noche un post distendido metiendo un poco de música friqui mezclado con algo de pecado inconfesable -al modo ‘guilty pleasure’ made in Theo- y al final, debe ser mi destino, termino con el moco caído.

La secuencia empieza con mis secretamente reverenciados Boney M. a los que recuerdo en una canción no tan oída como Daddy cool o Rasputin

Y de ahí me paso a la original de Miriam Makeba quien canta al ángel Malaika en una balada sobre África y sus gentes, de sus almas rotas y de cómo este ángel quiere preservarlos para que nadie les haga daño.

Y con la voz de esta negra de fondo he querido pedir a Malaika que cuide también mi alma rota aunque no sea negra ni africana, y en éstas he tenido que reprimir alguna lagrimilla de esas tontas que no sabe uno por qué salen.

10 de septiembre de 2010

Elementos

Entró en su vida sin pedir permiso, como el sol cuando atraviesa los cristales, como el aire cuando invade los pulmones, como la lluvia cuando penetra la tierra seca. Aprovechó la transparencia de su alma, la cianosis de su ánimo y la sequía de su cuerpo para entrar, y fue entonces cuando creyó saber qué era amar, y desde ese día pudo ver, pudo respirar, pudo fluir.

El tiempo se encargó sin piedad de borrar aquellas alucinaciones, de dejar al descubierto la miopía, el asma y el reflujo de aquel amor y quiso entonces que saliera, como entró, sin pedir permiso pero entonces pensó que perdería la luz, el aire y el agua. Ciego, asfixiado y seco otra vez. No, aquel día no estaba listo para sumergirse de nuevo en el agujero negro de sí mismo, y después de aquel día vino otro, y otro, y otro…

Sentado en el cómodo sillón de la sala de espera lo que más le inquietaba era tener que empezar a contarlo todo, cara a cara, y al abrirse la puerta le invadió un miedo tan ardiente como el sol, tan erosivo como el aire y tan arrollador como el agua.

8 de septiembre de 2010

Extreme makeover

Me gustó de él su equilibrada asimetría. Sí, ya sabes, las cejas algo juntas, los dientes un poco como pugnando por buscar su sitio, los labios desiguales, la nariz aguileña y cierto desequilibrio en los genitales.

Me apasionó de él su estudiada arritmia. Sí, ya sabes, su rapidez para lo que necesitaba pronto y su poca prisa para acabar lo que me daba placer.

Me enamoró de él su aparente excentricidad. Sí, ya sabes, inesperado en sus detalles, deslumbrante en sus argumentos, incorrecto en la política, reivindicativo en lo cotidiano,…

Me dejó de gustar cuando salió de la clínica estética con aquellas proporciones de Hombre de Vitrubio y cuando esta perfección se proyectó en el fondo y en sus formas también dejó de apasionarme. Sí, ya sabes, esas cosas que pasan poco antes de acabarse el amor.

6 de septiembre de 2010

Advertencia de contenido

Hace poco me puse de limpieza en este engendroblog, por aquello de tirar cosas caducadas, una manía como otra cualquiera. Lógicamente nadie se ha dado cuenta, máxime si la limpieza culminó con un lavado de cara de la fachada del mismo que distraería la atención de cualquiera de los muchísimos fans –fanáticos, que dirían al otro lado del charco- que diariamente me seguís enfervorizados y estudiáis con lupa cada movimiento que en él se produce. Un par de etiquetas desaparecieron de la barra lateral arrastrando algunas decenas de entradas al limbo donde Blogger las envíe una vez que se produce el binomio Eliminar-Intro, y que eran aquellas trufadas de psicopornografía íntima que a modo de catarsis tuve a bien de explicar en los primeros tiempos.

Por inercia de lo visto en otros blogs incluí esa detestable cortina previa llamada Advertencia de Contenido cuya verdadera función es la contraria de la que supuestamente se le atribuye y que Blogger seguramente te pone si no la pones tú o incluso te cierra el blog. Es como una censura previa que no se le exige a quienes escriben libros o revistas ni tampoco a esos depravados programas de telebasura, no sé por qué aquí sí.

Yo creo que hoy sobra ya la cortina después de la limpieza, que ya sólo quedan perdidos por las tripas del HTML algún que otro desnudo que no escandalizaría a nadie. No sé si se podría decir lo mismo del psicoporno que sigo haciendo pero, bueno, éste seguro que no lo entienden los cibervigilantes de Blogger.

5 de septiembre de 2010

Algunos boquerones y un choco

Una noticia del periódico me entristece este espléndido día y es que me cuenta que en otras longitudes –de latitudes andamos casi igual- se tiene la fea costumbre de destruir o de dejar destruir el patrimonio histórico. En muchas ocasiones he comentado por aquí lo parecido que me resulta el suroeste con esta ciudad lo que no me esperaba es que hasta en lo malo nos íbamos a parecer. Una verdadera pena, que aquí nos queda tan sólo una estatua de un monje y un puente de hierro, ambos del siglo XX. Y poco más. De la historia milenaria, nada de nada, bueno, cuatro muestras en un museo. A los amigos boquerones, que tan buenos me han salido en la blogosfera, os deseo mejor suerte para vuestra ciudad, que conocí brevemente en 2006 con motivo de un concierto del cual, por cierto, no quiero ni acordarme.