17 de febrero de 2013

Invisible

Era solo un niño y quería ser invisible. Así podría colarme en tu baño sin que lo supieras y ver tu cuerpo desnudo, incluso poder tocarlo sin que supieras qué era ese roce extraño en tu piel, deslizarme entre tus sábanas mientras durmieras y compartir tu sueño, tus sueños. Tantas veces quise ser invisible que, al final, lo conseguí. Nadie ve ya en mí quien soy. Tampoco tú.

6 comentarios:

Xim dijo...

Ya quisiera yo volverme invisible (pero no físicamente, sólo visualmente) para poder colarme entre las sabanas y poder colarme por ese agujerito que yo me sé, te iba a poner fino y con ganas, je, je, je... besotes invisibles

Alforte dijo...

Algunos desarrollan con el tiempo la suficiente madurez como para percibir lo que es importante en las personas que es invisible a los ojos y no creo equivocarme al pensar que tú posees esa facultad.
Bsote

Alforte dijo...

Por cierto...el que no lo vea es que es tonto.

...Runagay dijo...

Xim, ay, ese mare nostrum que nos separa :-).
Un beso.

Alforte,aunque creo que me sobrestimas me encanta que me des estos subidones. Un besote.

Uno dijo...

Ser invisible también era mi sueño infantil. Por lo que cuentas tan bien y por otras cosas:

unoylosdemas.blogspot.com.es/2010/08/el-hombre-invisible.html

Un abrazo

...Runagay dijo...

Uno, menuda memoria que tienes. Muchas gracias. Un besote.