31 de agosto de 2010

Búsquedas

A todo bloguero que se precie y que le dedique horas a este mundillo (¿?) parece acompañarle un halo como de psicopatología, como de tener un perdigonazo dado, o sea, faltarle una marea, o sea, no tenerlas todas consigo, o sea, faltarle un hervor, o sea, que se le va la pinza o la pelota, o sea,…¿Por dónde iba, doctor? Ah, sí, estooo, bueno ya no me acuerdo…Ya está, eso era hombre, que se me ocurrió -ahora os hablo a vosotros- hacer un test para distraernos y de camino nos examinamos por dónde nos flaquean los microchips.

Este test es abierto, o sea, puedes señalar una o más opciones, incluso añadir otras. Y por supuesto puedes responder o pasar de este despropósito de post, o sea, un poco como limpiarte el culo con él. La pregunta es la siguiente:

¿Por qué le dedica tanto tiempo a su blog?

a) Soy un creador. Busco expresarme.

b) Tengo carencias afectivas. Busco amigos.

c) Mi vida real es anodina. Busco glamour.

d) Soy tímido y miedoso. Busco emociones oculto en el anonimato.

e) Soy narcisista. Busco mi público.

Yo no lo tengo claro, pero creo que un poco de todo esto tengo yo en mi coco. ¿No le parece, doctor?....¿Por qué no me responde? Ah, que usted es dentista...Hum, qué interesante...


29 de agosto de 2010

Runagay in Bloggerland

Aquellos dos naipes lo llevaban primero a empellones y luego a rastras después de que cayera al suelo dando trompicones. La sentencia había sido tan rápida como arbitraria y la ejecución sería inmediata no fuera a ser que alguien se diera cuenta del error y nos perdiéramos el placer del cruento espectáculo .

Los cargos eran muchos y variados, los había tangibles y metafóricos, de forma y de fondo, estáticos y dinámicos, pero todos referentes a un único delito que la temible reina había descubierto. Allí se recitaron todos, de uno en uno, mientras la iracunda cara gorda de la gran dama se volvía roja de ira.

- Pasear por la acera de enfrente, perder aceite, cojear como palomo, tener la cáscara amarga, determinada cantidad de venas y plumas,…

- Basta, continúa con las piezas de convicción-, interrumpió la reina.

- Se le han incautado un armario, un anillo, un álbum de fotos, un libro de familia y un blog-, recitó el nervioso naipe.

- Aaaaaah-, exclamó triunfante la coronada figura. Así que aquí tenemos un caso flagrante de la mariquita con doble vida que utiliza como tapadera a…

- Con la venia, señora, que yo llevo sólo una vida y no sin dificultad-, se atrevió a resollar el condenado.

- ¿Cómooooo?,- bramó de nuevo- que añadan el desacato a la lista de horribles delitos.

- ¿Cuál será la pena, majestad?,- preguntó el verdugo- ¿prohibir la circulación por aquella acera, cortarle las plumas, entablillarle la pata, azucararle la cáscara o esclerosarle las venas?

Y como estaba cantado de antemano, la sanguinaria Reina de Corazones envió al desgraciado a la misma celda donde aguardaban su triste final los ingenuos que habían intentado hacer creer que eran rojas las rosas que fueron blancas al nacer, para a continuación gritar la condena.

- ¡Cóoooorrrtenle la cabeza!


28 de agosto de 2010

Mamma mía!

Mi madre solía fantasear con la idea de que me iba a quedar soltero y me lo repitió con frecuencia una vez que había dejado de serlo. Nunca supe en base a qué se hacía esas cuentas y la verdad es que nunca se lo pregunté, probablemente porque no quería escuchar lo que pasaba por aquella cabeza con tanta tendencia a la impertinencia.

De niño no era feo y aunque sabemos que la genética no suele ser fiel consigo misma, no terminó de estropearme lo suficiente como para que mi santa madre esperara que me quedara para vestir santos por este motivo.

Lo de que me gustara peinar muñecas más que patear balones pudo haberle sugerido la idea de que tuviera plumas sin ser ave ni escritor pero luego la evidencia de algunas novias infantiles y juveniles debió disipar sus dudas. De mis apasionados enamoramientos unisex que quedaron sólo en mi mente –y en mi corazón roto- ella nunca supo nada.

Cómo me hubiera gustado que fuera más próxima, más confidente, que no hubiera existido este desencuentro constante. Quizá mi historia hubiera sido otra, que ya a estas alturas no digo ni mejor ni peor – fijaos cómo andamos ya-, sólo otra. Pero claro, si las cartas se repartieran dos veces nunca perderíamos la partida.

PD. Perdón por los gazapos enredadedos y , qué coño, por pegar la brasa con el bajo.

25 de agosto de 2010

Soledad singular

Este engendroblog nació con un afán de búsqueda o, mejor, de llamada. Aunque tuvo varios nombres siempre mantuvo el común denominador del plural, de la ese, presente desde el merecidamente olvidado ‘Maricones latentes’ hasta el actual ‘Runagays’ pasando por el efímero ‘Fugitivos’, como queriendo englobar a todos aquellos como yo que acudieran al reclamo. Después de año y medio la nada fructífera caza se da por terminada, que he llegado a la conclusión de que soy un ejemplar en extinción –o extinguido- y lo que quiero es seguir reivindicando como amigos a todos aquellos que habiendo caído quizás por error en la trampa no os habéis sentido demasiado incómodos en ella.

Por eso, hoy, elimino la ese de la cabecera aunque esto, seguramente, me va a dejar una indeseada sensación de soledad pero que no podrá impedir, no obstante, desear lo mejor para quienes me visitáis desde el otro camino.


...and here I am, the only living boy...

23 de agosto de 2010

Overbooking

El verano transcurre lento y pesado pero, de pronto, en la casa no caben tantas voces, tantos pensamientos, tantos pareceres. Un auténtico overbooking domiciliario que hasta a Diógenes le cuesta asimilar, que no sabe adónde atender con tanto adeéne emparejado merodeando por doquier.

Se han quedado cortos el alojamiento y la pensión completa, el presupuesto y hasta el cloro de la pileta, donde han retozado como criaturas de kindergarten salpicándome de agua y de juventud, llegando casi a contagiarme.

Se me ha quedado corto el corazón para bombear tanta sangre alterada y revuelta y para encajar esta vaga sensación de vacío que queda al dejar paso a quien nos adelanta.

Esta tarde, Diógenes ha resoplado –o suspirado, quién sabe- al verlos marcharse y, después, me ha mirado -nos hemos mirado- con ojos de media luna y hemos decidido adelantar el paseo para poder llenar de ruidos callejeros este silencio que nos ha quedado por dentro.


16 de agosto de 2010

Hombre solitario

Nueva entrega de Prehistoria en éste mi engendroblog. Esto que veis en la imagen es un tocadiscos y servía para sacar música de los discos que ahora llamamos de vinilo pero que entonces eran sólo discos. El mío era idéntico a este Philips de pilas cuya tapadera servía de altavoz y nótese que digo altavoz, no altavoces ni mucho menos bafles, que eso vendría años más tarde.

El primer disco LP -aún no sé como cabían en el minúsculo plato- que sonó en mi tocadiscos era de Neil Diamond del que recuerdo todavía aquella canción de amores perdidos y vidas solitarias que tanto me tocaba de cerca por entonces. Y quizás también ahora.


11 de agosto de 2010

Caminando blogs

El aire es fresco y me roza, en forma de brisa, la piel esta mañana que paseo por la orilla, como otra de tantas, pero prometiendo ser de esas que, sin saber cómo, sueltan esos incómodos lastres que nos obligan a pesados andares, como los que llevo esta mañana, que hasta Diógenes me lo nota y se vuelve hacia mí, de cuando en cuando, harto de tanto tirar.

Voy caminando y van quedando mis huellas en la arena confundiéndose con las de otros caminantes que, quién sabe, si también buscan liberarse de sus cargas, y que caminan en espacios paralelos sin interferirnos mutuamente.

El agua está fresca y me salpica, de forma ruidosa, la piel esta mañana que camino por la orilla, como otra de tantas, pero llevando en la cabeza y en el corazón esas otras huellas que no quedan en la arena porque se hicieron en otro camino y por otros caminantes que han sabido ser cercanos a pesar de la lejanía.

La arena está fresca y se hunde, en forma de huella, bajo mis pies esta mañana en la que, como otra de tantas, camino con esos otros caminantes esperando a que la brisa prometedora que mueve el agua suelte esos incómodos lastres que nos obligan a pesados andares.

9 de agosto de 2010

Mentiras amorosas

Mentir, tal vez hablar. Hablar, tal vez amar. Amar, tal vez mentir. Y vuelta a empezar. Se podrá amar sin hablar para no mentir, se podrá hablar sin amar dando igual mentir mas que tarea tan ardua amar, hablar y no mentir. Como alguien cantaba hace años, it´s the same old story and it´s the same old song.


PD. Uno de mis covers recientemente abortados por pura vergüenza ajenipropia era de la versión que hicieron Los Iberos de este tema.

2 de agosto de 2010

Fecha de caducidad

La historia se repetía, ahora con la variante del soporte tecnológico. Siempre terminó por eliminar todo lo que un día había creado, sus criaturas, a las que gustaba más llamar creaturas. Había emborronado poemas, arrugado cuentos y quemado ensayos, tan sólo se había librado de la furia de su baja autoestima aquellos folios olvidados o perdidos en sus repetidas mudanzas. La serie de dibujos con rotulador no hizo falta destruirla porque el tiempo los había ajado hasta el punto de no ser reconocibles, los óleos sobre lienzo perecieron ahogados bajo toneladas de basura doméstica y los carboncillos y sanguinas fueron languideciendo en un trastero tan húmedo que ningún fungicida sería eficaz en su labor. Todo lo que había creado tenía fecha de caducidad, lo sabía, desconocida por todos, hasta por él mismo, que no obstante era quien más temprano que tarde terminaba por imponerla, bastaba tan sólo un mal recuerdo, una lectura sesgada o un visionado crítico en un día cualquiera para proceder a la inquisitorial autoinmolación.

Hacía años que ni el carboncillo, ni el óleo ni la sanguina manchaban sus dedos, ni que la tinta dibujaba palabras en el papel impulsada por una imaginación tantas veces castrada, que ya era pretérito el entusiasmo para idear relatos o diseñar carteles en aquellos concursos locales. Las musas lo transportaron a parajes prohibidos en los que tenia vedado la entrada o en los que nada le era permitido sacar, y la rabia de estar atado de manos lo estuvo corroyendo un tiempo hasta casi acabar con cualquier atisbo de fertilidad.

Sólo la música calmó su corazón artista –qué inmodesto le parecía decirlo así- hasta que un día aquella ventana virtual llenó de expectativas los rescoldos moribundos de su pensamiento. A veces lo comparaba con esas ventanas diminutas que caprichosamente se abren, nadie sabe cómo, en los infinitos hielos polares por donde los animales que nadan incesantes bajo su lecho se asoman periódicamente para respirar y admirar el blanco y el azul interminables, pero donde también les aguardaban a veces feroces mandíbulas que les hacían peligrar la existencia.

Pero como otras veces, algo en su interior empezó a heder y creyó que era el momento de adjudicar fecha de caducidad. Ahora era muy fácil, bastaba apretar el dedo índice en el punto debido de la ventana y todo volvería al mundo de donde vino, el de la Nada, y sin embargo algo le hacía resistir más que las otras veces, aquellas en las que la soledad era el único testigo de sus holocaustos. Ahora había cómplices ociosos, que emergían del frío océano por sendas ventanas heladas que le distraían de su labor exterminadora, pero estaba seriamente decidido. Primero fueron algunas entradas, después algunas imágenes y siguió con algunos vídeos, actividad que alternaba con miradas de reojo a los cómplices mientras disimulaba groseramente con silbidos de personaje de vodevil. Era como querer sanear la manzana podrida en un afán por impedir que se cerrara aquella ventana en el hielo que de vez en cuando le dejaba respirar.